Ojos, piernas, brazos, rodillas, corazones, no hay límites.
Rob Spence perdió un ojo en una sesión de tiro. Amante de los documentales y las películas, se preguntaba porque no poner una cámara en lugar de su globo ocular que ya no servía. A pesar de que la cámara no tiene conexión con su nervio óptico, este no le impide tomar video 24/7 de todo lo que ve.
La visión de terminator con que muchos soñamos ya es parte de la realidad. Capaz de convertir lo que ve en datos. La innovación y la tecnología no tienen límites. Y todo en tiempo real.
En su viaje para conocer gente como él, pudo mostrar la versatilidad de la tecnología. Manos y pies intercambibles de acuerdo la situación que viva el individuo. Desde unas aletas para nadar, hasta una mano equipada para escalar. Literalmente no hay límites. La Ciencia y tecnología al servicio de la humanidad.
Sin mas preámbulo, aquí te presentamos a Spence y su historia en video.
A continución otra versión de su historia contada en Vimeo.
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